Sunday, July 27, 2008

Las cosas que los malos hacen mal

Todos hemos visto pelis de terror, donde la/el idiota de turno, siente ruido a motosierra, gritos desgarradores, y en vez de correr sanamente a llamar a la Federal camina despacito y con cara de cagazo HACIA el ruido.
Y todos nos hemos preguntado 200 veces lo mismo: porqué???

También hemos visto películas de superhéroes donde casi al final, el malo de turno tiene al bueno atado, con la pistola apoyada en la frente (domine su líbido por favor.. En el canal Venus NO pasan películas de superhéroes.**), y se dedica a monologar sobre la gloria de sus maldades, la infancia que lo llevó a matar gatitos y otras sandeces pueriles, momento que el héroe aprovecha para escaparse y cagarlo a trompadas miserablemente.
Y también nos preguntamos: Porqué??

Durante años se sostuvo la teoría de que el malo debe vanagloriarse de su vileza delante de alguien, lo cual es una patraña porque, joder, matás a Súperman y quedás como el groso de la historia con o sin discursito. Además Súperman estaría muerto y no podría contarle a nadie de las glorias y traumas que el malo le dijo, haciendo absolutamente fútil el temita ese del discurso.
Eso deja abierta la brecha hacia la terrible verdad que YO, Oh gran gurú, he desentrañado:

LOS MALOS SON LOS MÁS BUENOS.


Seh, tal como lo leen (NO SE ATREVA A CERRAR ESTA VENTANA -.-)

Mi implacable lógica me ha llevado a darme cuenta de que en realidad los malos son buena gente, unos sacrificados conmovedores que llevan su bondad al extremo de autoinmolarse, para que el populacho tenga ídolos a quienes admirar (lo cual, en realidad, es un tema aparte (y bastante escabroso) ya que todos aman a los malos).
Desde el viejo lema que dice: los tontos están para justificar a los inteligentes, esta elevada raza de seres bienaventurados se ha tomado el tema a pecho, inmolándose en pos del bien común.
Sus mentes brillantes podrían llevarse puestos a Ghandi, Mazinger y Superman juntos en una sola redada, pero siempre, a ultimo momento, deciden mandarse el sermón de rigor (no sin antes haberse asegurado de atar incorrecta y flojamente las manos del héroe), para darles la oportunidad de escaparse como la cultura popular manda. Todo en pos de una infancia feliz para nosotros, pobres inocentes, queriendo parecerse a Wolverine (que conste: se escapa porque es groso, no porque Magneto sea excesivamente verborrágico pffff).

Dicen los papiros del mar muerto que me hizo llegar un colega en la misma línea de investigación (lo de él se titula: “Cómo es posible que los judíos no se hayan extinguido todavía?”), que esta secta de filántropos reside en el Tibet, y fue fundada por el mismísimo Yeti, un tipo sospechado injustamente de pedofilia y gritos groseros emitidos desde atrás de un árbol a todo turista desprevenido (el que gritaba en verdad, era un fotógrafo borracho de Nacional Geographic, hecho que la sociedad mantuvo en secreto por años).
El Yeti, un tipo bonachón y buenudo, comprendió que los Sherpas iban camino a ser exterminados por los muchos escaladores del Himalaya en un espantoso acto de envidia (Está clarito: los escaladores europeos llevan tres fábricas completas Columbia (TM) a cuestas encarando para la cima y mueren como moscas, mientras los Sherpas suben y bajan tres veces por día con el solo acompañamiento, eso sí, de un cartón de puchos para el camino).
Entonces, en un acto supremo de auto sacrificio, el Yeti decidió convertirse en un monstruo vil y mal presentado, un mono maldito y agresivo, un demonio mítico que salvaría a los pobres tibetanos (de los escaladores Europeos… Jamás pensó que los chinos podrían ser un problema).
No hace falta ser un estudioso como yo para darse cuenta de que nunca nadie pudo comprobar haber sido atacado por un yeti pero, como bien saben los tipos de marketing, echar a rodar una simple bola de nieve puede desatar una avalancha.
Esta rama de la comunicación social fue probada en primera instancia por el ignorante Yeti, que se tomó literalmente la metáfora arrasando varios pueblos sin querer, lo cual al fin y al cabo, terminó dándole la razón al marketing y convirtiéndolo a él en un tipo peligroso como pretendía (eso sí, destrozándole la conciencia en el camino, lo cual le vino de perlas para excusar su supuesta maldad tras un trauma emocional).

Los pocos que se salvaron subieron a un templo en el pico de una montaña ya olvidada, con la primera intención de estar lejos de las avalanchas marketineras, y luego decidieron quedarse para escuchar, ya a salvo, las enseñanzas del Master Yeti.

Y fue un boom (preguntenle al Sai Baba quién le enseñó a promocionarse, tsk):
Miles de aspirantes a superhéroes cayeron en las redes de la secta, que los convencía de pasarse al otro bando para mantener íntegra y secreta su extrema bondad (lo cual hace a un superheroe, por supuesto!).
Es que ser un BUEN TIPO como Aquaman, implica un ego desagradable y vá en buena medida, de cargarse a otras personas por el solo hecho de ser diferentes (para caer bien), lo cual seamos sinceros, no es de buen gusto si uno pretende pasar por santo.
Y para el mundo salieron los supervillanos entonces, escudados en una mascara perfecta de maldad fingida, solo para ayudar a los buenudos a ser admirados, a la gente a creer que el bien siempre gana, y a McDonalds a tener algo con que vender sus Cajitas Felices.

Ahora, para dejarlos completamente en evidencia (porque yo sí soy MALA y no para andar levantando popularidades ajenas.. pffff), si nos fijamos con detalle los malos de siempre se aseguran de NO matar a ninguna heroína/borrega del buenudo de turno:
No la violan, por mas buena que esté (no notaron que sospechosamente se disponen a violarla justo antes de que entre el bueno, cuando hubieran tenido oportunidad de hacerle cuatro o cinco generaciones de descendientes sin problemas, mucho antes?), no chocan a viejitas cuando los persiguen despiadadamente en un avion Transparente (siempre le chocan el carrito con bebe a la madre de rigor que cruza, pero teniendo el cuidado de apartar el carro espectacularmente sin matar a la criatura… ahhh, que sublime alteza de espíritu…), fingen matar animalitos inocentes, que después, sin que nos demos cuenta, aparecen en otra película con el nombre cambiado, y siempre PERO SIEMPRE dejan escapar al héroe de turno.
No es obvia la intención detrás de todos estos absurdos fallos?
No es sublime su sacrificio?

NO!
Yo me siento estafada!
Siempre bogué en pos de lo infame, siempre quise ser perversamente malvada (fuaaaa, tomá), siempre suspiré trémula ante Lex Luthor (el de antes, no ese adolescente roñoso y metrosezual de la serie de Fox), y debo reconocer, me hago pis por la Reina de Corazones...Y me hacen esto?
WHY ME!?

Yo… (manos estrujandose el pecho)...snif... que JAMÁS pensé que Cruella Devil era una vieja de mierda, que SIEMPRE defendí a capa y espada a La madrastra de la Cenicienta, que adopté hasta las expresiones desagradables de Skeletor… Que cada día me parezco más a Mumm-Ra (vos… si vos, el cabroncete maleducado que esta pensando incontrolablemente: ES POR LA EDAD: patrañas! Maledicencias absurdas! Ojalá te mueras viejo, solo y cagado en un geriátrico! ¬¬), yo la peor de todas… Estoy desolada!(si, ya sé que es invierno y andar insolado es desubicadisimo, SHH no me cague la inspiracion).
Me voy a hacer emo para bogar por el suicidio masivo, total los malos a quienes puse todas mis fichas para el apocalipsis y desparramos varios me han abandonado.

Ohh mis musas,
oh sublime dolor de espíritu,
OH!!! Mundo cruel.. OH!
Oh por dios..

Que facil es ser emo!
(los dejo con la inquietud.. se viene post con título IDEM).




**Aunque bien mirado…. No sé eh?

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